jueves, 15 de marzo de 2018

Concentración de sapos corredores

A principios de marzo nos avisaron de que, en un punto de la carretera de La Cabra (Padul), estaban apareciendo muchos sapos corredores (Epidalea calamita) atropellados. El lugar es una vaguada donde se habían formado pequeños charcos de lluvia en mitad de un sembrado, a pocos metros de la carretera comarcal. La mayoría de los charcos estaban a un lado de la carretera, por lo que los sapos procedentes del otro lado debían cruzarla para llegar al agua.


Los charcos estaban en un sembrado, junto a la carretera.

Cada noche, sobre todo si era lluviosa, muchos sapos intentaban cruzar la carretera y eran atropellados en gran número. El problema se concentraba en un tramo de 300 m de vía, en donde un día contamos 366 ejemplares atropellados. Fuimos allá varias noches a rescatar lo que podíamos y en total retiramos del asfalto más de 500 sapos vivos, que luego soltamos lejos de la carretera. Era un poco desesperante observar cómo, mientras retirábamos unos ejemplares, otros nuevos aparecían por la cuneta y continuaban los atropellos. 


Por la noche los sapos invadían la carretera.

Ejemplar atropellado.

Cada círculo es un sapo muerto. Sin comentarios.

Iniciamos recorridos nocturnos.

Retiramos todos los sapos vivos que encontramos.

Sapo recién rescatado. Feo y precioso a la vez.


Cubo a cubo capturamos más de 500 sapos vivos.


Y los soltamos lejos de la carretera.


En los pequeños charcos del sembrado se agolpaban los adultos reproduciéndose. En un charco de apenas 5 m2 contamos más de 20 parejas copulando, y la cantidad de puestas era impresionante. Según nos dijo un lugareño, es el primer año que se producía tal concentración de sapos, debido sin duda a las frecuentes lluvias de las últimas semanas.  



Las cópulas o amplexos eran frecuentes.

Aquí se ven, al menos, cinco cópulas.

Los charcos estaban llenos de puestas.

       
Era poco probable que el agua se mantuviera el tiempo suficiente para que los renacuajos completaran la metamorfosis. De hecho, en los siguientes días observamos cómo muchos cordones de huevos quedaban al descubierto al evaporarse el agua. Por seguridad trasladamos algunas puestas a unas charcas situadas en unas canteras cercanas (Alhendín) y a otras charcas recientemente construidas en los jardines de la Facultad de Psicología (Granada), donde esperamos que las larvas se desarrollen con normalidad.



Trasladamos algunas puestas a otras charcas.

        A partir de ahora realizaremos un seguimiento de este tramo de carretera. Si estos atropellos masivos continúan habrá que plantearse soluciones más definitivas, como la colocación de barreras.