martes, 27 de mayo de 2014

Los anfibios regresan al Darro.

 El río Darro, antaño famoso por su oro (del que parece tomó nombre) nos ha dado en los últimos años algunas alegrías naturalistas, como la presencia en sus riberas de un mamífero carnívoro escaso, como es el turón (Mustela putorius), la presencia de ofidios singulares, como la culebra de cogulla (Macroprotodon brevis), o el reciente descubrimiento del sapo partero bético (Alytes dickhilleni) y del sapillo pintojo meridional (Discoglossus jeanneae), del que dábamos cuenta en una entrada de hace ya tres años, junto con un envidiable elenco de paseriformes que pueblan sus galerías de ribera.




Julio Hernández, nuestro incansable colaborador, se ha aventurado esta vez con sus alumnos en un proyecto de análisis de la calidad ecológica del río a su paso por el decano colegio Ave María – Casa Madre. Han reabierto un antiguo acceso al río, desbrozando y eliminando especies exóticas invasoras (Alianthus altissima), y han analizado la calidad del agua en un tramo del río a las puertas de la ciudad.



La primera sorpresa que tuvieron fue visual: La transparencia del agua y la abundancia de larvas de sapo común (Bufo spinosus) en las orillas y pozas que forma este tramo. Grata sorpresa, ya que antes no habían sido vistas allí, y precisamente este año no está siendo demasiado bueno para los anfibios.



Esta posible mejora ecológica en el río parece ser debida a que hace un par de años se entubaron las aguas residuales de Jesús del Valle y del barrio del Sacromonte, a la par que por la puesta en funcionamiento de la depuración de las aguas residuales de los núcleos cercanos: Huétor Santillán y Beas de Granada.




Estos son los datos que tomaron, junto con algunos comentarios que realiza el autor:

  • La turbidez era aceptable: 20 JTU
  • Temperatura del agua: 11 ºC (nota del redactor: Algo menor que la registrada en una de las acequias que alimentan la Alhambra, debido a su mayor caudal).
  • Bajo Oxígeno disuelto (2 ppm) y Porcentaje de saturación de oxígeno (17%), lo que denota un río aún en condiciones mejorables de calidad.
  • pH: 8,5 alcalino, aunque aceptable.
  • Nitratos: 4 ppm, lo que es un valor bajo (parece que funcionan las canalizaciones nuevas de aguas residuales).
  • Dureza total del agua: 320 ppm: Agua muy dura, dado el marco calizo de las sierras que ven nacer y alimentan sus aguas. El calcio y magnesio hacen que la contaminación afecte menos a los organismos y ambos elementos químicos son necesarios para las células, conchas, estructuras óseas y vegetales.
  • Estado de la vegetación riparia: +8 (ÓPTIMO).
  • Calidad del agua según índice de macroinvertebrados: Calidad del agua Buena.

 Efemeróptero.

Escorpión de agua (Nepa cinerea)

Aunque los datos son muy parciales y deben tomarse con precaución, parece que nos dan una buena noticia. Esperemos que el proceso de reversión ecológica permita albergar en un futuro especies actualmente desaparecidas que tuvieron presencia en este río (según testimonios de sus antiguos pobladores, algunos de los cuales actualmente son trabajadores de los jardines de la Alhambra), como el gallipato (Pleurodeles waltl), la ranita meridional (Hyla meridionalis), o el galápago leproso (Mauremys leprosa), y en el futuro seguir dando algunas buenas noticias de uno de los ríos emblemáticos de la ciudad de Granada y su Alhambra.

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