jueves, 23 de febrero de 2012

DESPEDIDA A UN AMIGO


El pasado mes de diciembre de 2011 nos dejo Carlos Pérez de la Peña, su oficio era el de carnicero pero su afición desde niño fue la entomología, de carácter optimista y de conversación amena, nos transmitía su entusiasmo contándonos los encuentros con los distintos insectos que se cruzaban en sus salidas campestres desde su infancia en Tanger a su Sierra de la Cabra que tanto conocía.
Carlos observando un abrevadero con sapo partero bético en la Sierra de las Albuñuelas

La última vez que nos acompañó fue en una salida nocturna para observar insectos en trampas de luz.
Él representaba a tantos aficionados a la naturaleza con trabajos que nada tienen que ver con sus inquietudes y motivaciones y que aprovechan los ratos libres para disfrutar de lo que nuestros campos nos ofrecen, son naturalistas que atesoran experiencias muy dignas de ser compartidas.
A partir de ahora, cada vez que observemos un insecto, nos faltará ese comentario de Carlos con el que nos enriquecía el momento.